martes, 18 de septiembre de 2007

LA MANKA FIESTA



Marinero en tierra, poeta de los mares humanos; sus juguetes preferidos: los otoños. Pablo Neruda nació en Parral, aunque su infancia la pasó en Temuco, entre las melancólicas vías del ferrocarril; su padre era ferroviario, él decía que no hay nada más triste que un tren detenido bajo la lluvia. La vida lo hizo poeta, la poesía lo hizo Neruda (...) Los versos de Neruda, son como la mazamorra, el pan de los pobres.

“No sólo de estrellas vive el hombre” solía decir, fue un comprometido; que llevó sus versos a la mina; que construyó sus metáforas con el color de las manos de los obreros, era ante todo un poeta popular, un artista que dedicó su vida a hacer de sus versos, la herramienta de los obreros de la vida.
Neruda nos inculcó, con belleza, que el mundo es un altar, y que cada día es sagrado:

SONETO XXV
Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
(...)
todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.

Neruda nos enseñó, a través de la palabra, los silencios de la América Profunda, el Canto General de una raza
Los ojos de Neruda, supieron hallar en las cosas más simples, las cuestiones más hondas de lo humano. Es el caso de las Odas Elementales, que entre otras, le dedica una oda a la manzana

Este mediodía tuvo el olor al pan nerudiano, el olor a la flor imaginaria de sus versos, el perfume cósmico de su poesía en el alma.
CONDUCCIÓN: ROBERTO GÓMEZ RAGOZZA Y MARÍA FERNANDA HERAS
OPERACIÓN TÉCNICA : GLORIA SARMIENTO
PRODUCCIÓN GENERAL E INVESTIGACIÓN : FABIANA ÁLVAREZ
TEXTO Y GUIÓN: PEDRO PATZER
IDEA: COORDINACIÓN RADIO NACIONAL FOLKLÓRICA

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