
El malambo era prueba de vigor y destrezaentre fiestas y fogones en pulperías, en el siglo XIX.
Carlos Vega sostiene que el malambo no consiste en un zapateo de cualquier clase, ya que la acción de zapatear puede ser complementaria del juego de brazos y manos.
Félix Coluccio sostiene que el nombre “malambo”, proviene de un pueblo de Colombia, que fue bautizado de esta manera por un cacique que lo habitó; aunque están los que como - Carlos Vega – aseguran que esta danza tomó su nombre en Perú, del barrio limeño llamado “malambo”El malambo se torna más interesante cuando más rivales se disputan el honor de bailarlo mejor y con figuras. En 1871, se ejecutó un malambo que duró casi toda una noche, contando de setenta y seis figuras diferentes por cada uno de los bailarines.
En la región pampeana solían atarse un cuchillo en cada pierna y, en tanto hacían los movimientos, producían acompasados golpes por entrechoque de los cuchillos
También se colocan cuatro velas encendidas, que iluminaban los movimientos y creaban el compromiso de no apagarlas o derribarlas.
Pero si hablamos de Malambo, no podemos dejar de mencionar a Santiago Ayala, El Chúcaro, el bailarín que logró la inmortalidad, a través de este ritmo, en vez de un minuto de silencio, los artistas le dedican un minuto de malamboAl Chúcaro se le dijo adiós, como a se le dice bienvenido al malambo en el viento. En los populares circos porteños el malambo fue número de equilibristas, que al son de su música lo danzaron en la cuerda
Artistas atrevidos como el niño Gervasio, que en 1837, bailó el malambo sobre la maroma con un huevo en la planta de cada pie.
En 1820, durante la fiesta que ofreció - en su estancia - el caudillo santafecino Estanislao López, el restaurador, Juan Manuel de Rosas, bailó el malambo, por supuesto: no tuvo contrincantes
Carlos Vega sostiene que el malambo no consiste en un zapateo de cualquier clase, ya que la acción de zapatear puede ser complementaria del juego de brazos y manos.
Félix Coluccio sostiene que el nombre “malambo”, proviene de un pueblo de Colombia, que fue bautizado de esta manera por un cacique que lo habitó; aunque están los que como - Carlos Vega – aseguran que esta danza tomó su nombre en Perú, del barrio limeño llamado “malambo”El malambo se torna más interesante cuando más rivales se disputan el honor de bailarlo mejor y con figuras. En 1871, se ejecutó un malambo que duró casi toda una noche, contando de setenta y seis figuras diferentes por cada uno de los bailarines.
En la región pampeana solían atarse un cuchillo en cada pierna y, en tanto hacían los movimientos, producían acompasados golpes por entrechoque de los cuchillos
También se colocan cuatro velas encendidas, que iluminaban los movimientos y creaban el compromiso de no apagarlas o derribarlas.
Pero si hablamos de Malambo, no podemos dejar de mencionar a Santiago Ayala, El Chúcaro, el bailarín que logró la inmortalidad, a través de este ritmo, en vez de un minuto de silencio, los artistas le dedican un minuto de malamboAl Chúcaro se le dijo adiós, como a se le dice bienvenido al malambo en el viento. En los populares circos porteños el malambo fue número de equilibristas, que al son de su música lo danzaron en la cuerda
Artistas atrevidos como el niño Gervasio, que en 1837, bailó el malambo sobre la maroma con un huevo en la planta de cada pie.
En 1820, durante la fiesta que ofreció - en su estancia - el caudillo santafecino Estanislao López, el restaurador, Juan Manuel de Rosas, bailó el malambo, por supuesto: no tuvo contrincantes
Fragmento del texto a emitirse al aire:
Texto: Pedro Patzer
Edición artísitca: Celso Miño - Alejandro Carosella
Locución: S.M- Tovarich
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