PARADIGMAS: HERNAN FIGUEROA REYES

Hernán Figueroa Reyes nació siete días antes que la primavera de 1936, hijo del poeta José Hernán Fiqueroa Aráoz - y de la actriz y poetisa, Mariela Reyes, de quienes hereda el tesoro del canto en la madrugada aprendió que la luna, es un polizón más en la zamba, aprendió que el alfabeto de la tierra, se celebra, cada vez que se canta.
Juan Carlos Dávalos, Jaime Dávalos y Manuel J. Castilla, encendían versos, mientras el pequeño Hernán Figueroa Reyes, descubría los metafísicos juguetes de la poesía popular
Eduardo Falú, José Ríos, José Juan Botella y Gustavo Leguizamón, contribuyeron con su presencia, a que Hernán Figueroa Reyes, iniciara como trovador su peregrinaje por la melodía.
Como buen hijo del canto, Hernán Figueroa Reyes, cultivó su voz junto a los Huanca Hua, ellos poseían una novedosa y original concepción por sus arreglos musicales y por su forma de presentarse ante el público. Hernán se convierte en la primera voz del conjunto
luego, de solucionar un malestar con su voz, Hernán Figueroa Reyes, inicia su carrera solista.
Cómo se resumen ciertos dolores: el pescador que ya no puede regresar al mar; el viejo minero, que bajo la resolana, se pregunta: ¿quién me devolverá todo el sol perdido? Hernán Figueroa Reyes, retrata el hondo dolor del peón que crió un caballo, y recibe la orden de matarlo, la versión del Corralero, interpretada por Hernán Figueroa Reyes, se convirtió en un éxito : en pocos días se agotó la primera edición de 55.000 discos.
Hernán Figueroa Reyes murió a causa de un accidente, el 5 de febrero de 1973, pero Hernán sobrevive en chacareras, sigue cantando en los escenarios de la eternidad, la zamba del Gaucho Guerrero, Hernán continúa desde el cielo de los cantores, interpretando El Tata Está Viejo.
Figueroa Reyes regresa cada vez que se encienden las coplas del olvido, La mejor manera de recordar a Hernán Figueroa Reyes, es sumergirse en su versión de Zamba Para No Morir.

LOCUCIÓN: NIDYA AGUIRRE
EDICIÓN ARTÍSTICA: CELSO MIÑO / ALEJANDRO CAROSELLA
TEXTO Y GUIÓN: PEDRO PATZER
COORDINACIÓN: MARCELO SIMÓN