
Oscar Vargas con el Grupo Vapor en la Sala Beethoven - Cali - Colombia, interpretan Zamba de Lozano, Letra de Manuel Castilla y Música de Gustavo "Cuchi" Leguizamón
Manuel J. Castilla nació en una estación de trenes: ¿Qué otro mejor lugar, para un viajero de la palabra?
Su pan de letras populares, alimentó vastas obras literarias, sin embargo, fue ante todo, un poeta de la oralidad, mejor dicho, un palabrista del canto
Gustavo "Cuchi" Leguizamón nació en Salta, en la primavera de 1917. Según Liliana Herrero: "El Cuchi, fue un filósofo de los sonidos, del mito y del humor.
A Castilla y a Leguizamón, los unía el norte adentro, El Cuchi y Castilla, no hacían simplemente canciones, ellos las amasaban, eran artesanos de la zamba, profesionales de la querencia, paisajistas de esos hombres únicos, como el panadero Juan Riera.
¿Quién le habrá puesto nombre a cada cosa? – un niño puede preguntarse.
No estaría mal, decirle que artistas como Leguizamón y Castilla, son, de esos nombradores, de aquellos que andan bautizando el mundo y sus cosas. ¿Acaso, El Cuchi y Castilla, no nos enseñaron a nombrar cada mujer de carnaval, como una Eulogia Tapia?
Según Liliana Herrero: "De todos los poetas, Manuel Castilla fue el gran compañero artístico y de correrías nocturnas del Cuchi -y, dígase, etílicas- que conforman un anecdotario sutil e hilarante. Castilla al igual que Leguizamón enarbolaba sus obsesiones alrededor de la gente del pueblo, sus leyendas, los oficios, los paisajes"
En la aventura del Cuchi y Castilla por el norte adentro, no sólo retrataron a Salta, también supieron alcanzar en zamba, los colores de Jujuy
Cuchi y Castilla hospedaron en la eternidad de sus canciones, a desconocidos como Maturana
Cuchi y Castilla, se ganaron la perpetuidad, a fuerzas de creaciones como La Arenosa
¿De qué paraje de su espíritu, de qué región de su silencio, habrá sacado, el Cuchi, ese músico autodidacta, la melodía exacta para corresponder a los versos de Castilla?
Según Liliana Herrero, Manuel J. Castilla es un buceador de los secretos, los ritmos y las celebraciones más exigentes de las palabras. De sus textos surge una música que subyace en el fondo siempre sugerente de ciertas palabras, ciertos giros, de ciertas metáforas e imágenes. Para este hombre barbado y gozante el descubrimiento del drama y la fuerza del paisaje es lo que funda la metáfora de vivir
Castilla y Leguizamón, dos genios, que urdieron la gran zamba del amanecer, la inolvidable zamba de Balderrama
Manuel J. Castilla nació en una estación de trenes: ¿Qué otro mejor lugar, para un viajero de la palabra?
Su pan de letras populares, alimentó vastas obras literarias, sin embargo, fue ante todo, un poeta de la oralidad, mejor dicho, un palabrista del canto
Gustavo "Cuchi" Leguizamón nació en Salta, en la primavera de 1917. Según Liliana Herrero: "El Cuchi, fue un filósofo de los sonidos, del mito y del humor.
A Castilla y a Leguizamón, los unía el norte adentro, El Cuchi y Castilla, no hacían simplemente canciones, ellos las amasaban, eran artesanos de la zamba, profesionales de la querencia, paisajistas de esos hombres únicos, como el panadero Juan Riera.
¿Quién le habrá puesto nombre a cada cosa? – un niño puede preguntarse.
No estaría mal, decirle que artistas como Leguizamón y Castilla, son, de esos nombradores, de aquellos que andan bautizando el mundo y sus cosas. ¿Acaso, El Cuchi y Castilla, no nos enseñaron a nombrar cada mujer de carnaval, como una Eulogia Tapia?
Según Liliana Herrero: "De todos los poetas, Manuel Castilla fue el gran compañero artístico y de correrías nocturnas del Cuchi -y, dígase, etílicas- que conforman un anecdotario sutil e hilarante. Castilla al igual que Leguizamón enarbolaba sus obsesiones alrededor de la gente del pueblo, sus leyendas, los oficios, los paisajes"
En la aventura del Cuchi y Castilla por el norte adentro, no sólo retrataron a Salta, también supieron alcanzar en zamba, los colores de Jujuy
Cuchi y Castilla hospedaron en la eternidad de sus canciones, a desconocidos como Maturana
Cuchi y Castilla, se ganaron la perpetuidad, a fuerzas de creaciones como La Arenosa
¿De qué paraje de su espíritu, de qué región de su silencio, habrá sacado, el Cuchi, ese músico autodidacta, la melodía exacta para corresponder a los versos de Castilla?
Según Liliana Herrero, Manuel J. Castilla es un buceador de los secretos, los ritmos y las celebraciones más exigentes de las palabras. De sus textos surge una música que subyace en el fondo siempre sugerente de ciertas palabras, ciertos giros, de ciertas metáforas e imágenes. Para este hombre barbado y gozante el descubrimiento del drama y la fuerza del paisaje es lo que funda la metáfora de vivir
Castilla y Leguizamón, dos genios, que urdieron la gran zamba del amanecer, la inolvidable zamba de Balderrama
FRAGMENTO DEL GUIÓN EMITIDO AL AIRE:
EDICIÓN ARTÍSTICA: CELSO MIÑO / ALEJANDRO CAROSELLA
TEXTO Y GUIÓN: PEDRO PATZER
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: MARCELO SIMÓN
EDICIÓN ARTÍSTICA: CELSO MIÑO / ALEJANDRO CAROSELLA
TEXTO Y GUIÓN: PEDRO PATZER
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: MARCELO SIMÓN
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