viernes, 28 de septiembre de 2007

PARADIGMAS: ATAHUALPA TUPANQU







No hay paisaje estéril para la guitarra de Atahualpa Yupanqui
Yupanqui el poeta, Yupanqui, el que le hace preguntitas a la vida
Yupanqui, el que anda buscando la milonga perdida, Yupanqui el que tiene el cielo dentro de sí
Héctor Roberto Chavero, nació el 31 de enero de 1908, en Pergamino. 13 años después nacía en Héctor Roberto Chavero, Atahualpa Yupanqui, criatura inmortal de la milonga, la zamba, la chacarera.
Yupanqui aprendió a tocar la guitarra de oído. ¿Será que Atahualpa escuchaba los paisajes interiores; será que Yupanqui escuchaba su música íntima, la melodía del viento entre los cañaverales?
Vivió en Buenos Aires, Entre Ríos, Rosario, Tafi del Valle, Quebrada de Humahuaca, Uruguay, Europa, siempre llevando en su guitarra y en sus palabras aladas, el camino del indio.
Yupanqui, la voz de las coplas anónimas, el canto de Los nadies, el canto de todos.
Yupanqui, con su espíritu a la intemperie, peregrinó por los pentagramas del mundo, colmando la melodía universal, con su claro destino: Piedra y Camino
Picasso fue a un concierto de Yupanqui, quizás el genial pintor, quería aprender de qué color era la vidala en la guitarra de Atahualpa, de qué color era la voz de Yupanqui en el exilio
¿Cuántas llanuras, cuántos cerros, cuántos ríos, cuánto desiertos, hoy son Atahualpa Yupanqui?
Las penas siguen siendo de los que cuidan las vaquitas ajenas, los ejes de las carretas humildes, continúan con su sinfonía de pobreza, el payador sigue siendo perseguido por el olvido
Atahualpa Yupanqui murió en Francia en 1992, sin embargo Yupanqui sigue siendo país en canciones.



EDICIÓN ARTÍSTICA: CELSO MIÑO / ALEJANDRO CAROSELLA
IDEA Y TEXTO: PEDRO PATZER
COORDINACIÓN: MARCELO SIMÓN


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