“Señor de un feudo de arena/ con castillos de chañares y escudos de luna llena/ Julio Jerez, el trovero/ nombre de quichua bandeña/ voz de guitarra cansada/ de tanto adornar pobrezas”
Esto escribió Atahualpa Yupanqui acerca de Julio Argentino Jerez, un revolucionario, un artesano de zamba y chacarera, que supo hallar en los fondos del espíritu santiagueño, la naturaleza de su añoranza
(...)
Si algún día se escribiera la historia del corazón humano en la zamba, no se podría prescindir de la obra de Julio Argentino Jerez, y menos de LA ENGAÑERA, obra que se pregunta: Corazón por qué no callas?. No son pocos los artistas, que no pueden resistirse al palpitar de LA ENGAÑERA, Horacio Guarany, Carlos Torres Vila, “Que al que olvida hay que olvidar” escribió Jerez, demostrando la sabiduría que encierra la palabra popular, y el corazón protesta ante el destino dramático del olvido. El conjunto Alma Salteña, prueba en su canto el arte de Jerez, y los pianos tampoco pudieron resistir el embrujo de ternura de LA ENGAÑERA, Marcelo Perea, traduce esta obra de Jerez en el piano, y para convertir esta zamba en una plegaria, nada menos que Los Chalchaleros la tomaron.
En 1921 acompañó a don Andrés Chazarreta a Buenos Aires, con sus conjuntos de danza, música y canto. Ambos haciendo APOLOGÍA DE LA CHACARERA.
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Si algún día se escribiera la historia del corazón humano en la zamba, no se podría prescindir de la obra de Julio Argentino Jerez, y menos de LA ENGAÑERA, obra que se pregunta: Corazón por qué no callas?. No son pocos los artistas, que no pueden resistirse al palpitar de LA ENGAÑERA, Horacio Guarany, Carlos Torres Vila, “Que al que olvida hay que olvidar” escribió Jerez, demostrando la sabiduría que encierra la palabra popular, y el corazón protesta ante el destino dramático del olvido. El conjunto Alma Salteña, prueba en su canto el arte de Jerez, y los pianos tampoco pudieron resistir el embrujo de ternura de LA ENGAÑERA, Marcelo Perea, traduce esta obra de Jerez en el piano, y para convertir esta zamba en una plegaria, nada menos que Los Chalchaleros la tomaron.
En 1921 acompañó a don Andrés Chazarreta a Buenos Aires, con sus conjuntos de danza, música y canto. Ambos haciendo APOLOGÍA DE LA CHACARERA.
Julio Argentino Jerez murió en Buenos Aires, en 1954. Ese día la chacarera lloró quebrachos y montes, las zambas se parecieron al silencio y las vidalas dijeron adiós:
Julio Jerez... el que nombran los
hacheros en la siesta
y los bombos en la noche
esos de fama legüera
Escribió Yupanqui, al comprender todo el universo popular que la obra de Jerez representa; ella es alarido de Crespín y silencio de chagas, ella es sequía e inundación, rancho y espina de vinal, poniente que en el monte santiagueño corrige la realidad con leyendas y supersticiones.
EDICIÓN ARTÍSTICA: ALEJANDRO CAROSELLA
IDEA Y TEXTO: PEDRO PATZER
IDEA Y TEXTO: PEDRO PATZER
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