
Facundo Cabral nació en el otoño platense de 1937, aunque su manera de volver a concebirse en la palabra, lo hizo nacer en muchos lugares donde el verso vencía a la realidad del silencio.
Entre libros y canciones, Facundo Cabral fue construyendo la arquitectura de su vida, aunque fueron las últimas palabras de su madre, las que pusieron la piedra fundamental: “…Facundo, tenés que parecerte más a lo que cantás”
Facundo Cabral, urdió pensamientos, que son como la brújula de su obra, como el arte poética, que ilumina el camino de su proyecto artístico:
“Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene limites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos”
En diciembre de 1960, tal vez promovido por el apogeo de los jazmines, Facundo Cabral se subió por primera vez a un escenario, y cómo no podía ser de otra manera para un poeta, lo hizo en una ciudad con mar: Mar Del Plata. Desde ese día, llevó océano en sus palabras, que convidó por el mundo, poblando de mar los silencios de los hombres.
Por los caminos del mundo, lo podés ver, Facundo el de anteojos negros, el de barba de Cristo cantor, el profeta del verso popular, hermano de los vientos, primo de la luna que embriaga el corazón de los artistas de la tierra; Facundo Cabral, modelo de artista, ejemplo de hombre.
FRAGMENTO DEL GUIÓN EMITIDO AL AIRE
EDICIÓN ARTÍSTICA: ALEJANDRO CAROSELLA /CELSO MIÑO
IDEA Y TEXTOS: PEDRO PATZER
COORDINACIÓN: MARCELO SIMÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos tu opinión