martes, 4 de diciembre de 2007

LA MANKA FIESTA: LA ZAMBA





Los que hallaron la zamba en la mirada del minero, en la melancolía del ferroviario, en el sudor del hachero, supieron hacer del género un idioma que excede a las melodías, un lenguaje humano, que entre otras cosas se canta.
Atahualpa Yupanqui decía: "Bailar la zamba es como ver el cortejo de las palomas"
Echemos a volar, con las alas de la zamba
Un árbol ofreció su madera, para que fuera el papel en el que Manuel J. Castilla, trazara los versos de La Atardecida. Otro árbol, cedió su alma de madera, para que ésta se hiciera la guitarra en la que Falú, hallara la música que el poema de Castilla se merecía: La Atardecida, en este mediodía de zambas.
Pueblo a pueblo, Chazarreta anduvo recopilando zambas auténticas, nacidas de los nadies, de los cantos de los silenciados de la historia.
Hay zambas que son manifiestos, instrucciones para atravesar, con belleza, el día...o la noche, zamba que el ciego canta en los trenes, zamba de los desdentados, zambas que el preso silba, mientras imagina a un jacarandá; zamba de la estampita de San Cayetano, que un niño ofrece en el subte; zamba en el conurbano, zamba en los algodonales, zambita de los pobres.
La Zamba era reconocida como "Chilena" en las provincias de Salta y Jujuy, designación que se popularizó hasta en el Perú, cuna de este baile, donde se cultivó con entusiasmo y se la consideró como una verdadera danza nacional, hasta que sobrevino la guerra con Chile en el año 1879. A partir de ese momento y no viendo con simpatía aquella denominación que les recordaba el nombre de sus rivales, se cambió el rótulo de "Chilena" por el de "Marinera", en homenaje a la marina peruana.
En la Argentina la llamamos zamba, y poetas como Castilla y músicos como el Cuchi Leguizamón, logran obras como "Zamba Del Pañuelo"
la zamba siempre alcanza el olorcito a mazamorra, el color de la provincia, la respiración de pueblo, la luz pálida de la luna, que se cuela entre las rejas de una celda, donde el cantor cordobés mastica una zamba cautiva.
El viejo músico tiene la boca seca, la edad de la zamba en su mirada le dan un aire de sabiduría particular, camina lento, aunque nadie puede dudar, que ese anciano siempre será joven en la zamba.
Falú, nacido en Salta, hizo que la zamba ofreciera rosa de los vientos, a todo el planeta,
Pan de la zamba, ritmo de harina, te amasa el montaraz y el virtuoso, el payador y el gaucho matrero, zamba, fruto de la tradición, agua de los silencios.

CONDUCCIÓN: ROBERTO GÓMEZ RAGOZZA Y MARÍA FERNANDA HERAS
OPERACIÓN TÉCNICA:
PRODUCCIÓN GENERAL E INVESTIGACIÓN : FABIANA ÁLVAREZ
TEXTO Y GUIÓN: PEDRO PATZER

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