
"Poema de la sed" Homenaje al Chivo Valladares
El siglo XX tenía apenas dieciocho años, cuando el 10 de marzo, en Tucumán nacía Rolando Amado Valladares, el Chivo
"Mi sobrenombre surgió de un cura pícaro que me crucé cuando yo tenía 12 años. A mí me estaba cambiando el cuerpo, tenía la cara grande y granitos. Me dice el padre, con una sonrisa: 'Que no te pase lo que al chivo de los Valladares'. Alguien escuchó y todo Tucumán comenzó a llamarme Chivo. Mucho tiempo después me enteré de dónde venía la advertencia del cura. Parece que a fines de 1800 había en la familia dos tías solteronas que tenían un chivo al que cuidaban como si fuera un niño. Pero este chivo creció, creció, creció ¡y nunca una alegría! Cuando ya estaba viejo lo llevaron para se cruzara con una chiva. ¡Y de la emoción le agarró un ataque al corazón y se murió! Por eso la frase del cura...”
Son muchos los que sostienen que Valladares obtuvo en la Salamanca los dones del canto, composición e interpretación de la guitarra; sin embargo el “Chivo” adquirió estas cualidades, de tanto contemplar el eterno romance del zafrero tucumano y la vigüela
“Creo que el arte debe ser un sacudimiento interno, que lo conmocione a uno y que después pueda compartirse con el público. Yo toda la vida me conmocioné internamente, nunca pensé en hacer algo que no me convenza con tal de buscar el aplauso fácil de la gente. El arte es como el espíritu de un rayo” - Sostiene Rolando Valladares, el mismo que alcanzó con sus melodías, los altos versos Raúl Galán; el mismo que le acercó su manantial musical al poema de la sed
Rolando “Chivo” Valladares, hermano de los vientos y de Leda Valladares, esa mujer que un día llegó a Cafayate para doctorarse en el silencioso canto de los antigales, en el sismo milenario de la caja y la copla
La primera composición de Rolando Valladares fue musicalizada por Eduardo Falú, un aire de vidala, una honda exclamación: ¡Ay, mi amor!
120 universos urdió el “Chivo” Valladares, 120 composiciones que hacen de su paso por la vida, algo hermosamente inolvidable como la luna de los pobres
Como todo gran artista, antes de alcanzar el dominio de su arte, Rolando Valladares se sumergió en las partituras profundas de los más humildes oficios:
Carpintero, herrero, cazador, y obrero de una fábrica de neumáticos ¿habrá hallado en cada oficio, la receta para andar despenando en el canto
Rolando “Chivo” Valladares y Manuel J. Castilla, se hospedaron juntos en ese hotel de estrellas y coplas de la creación, allí urdieron canciones que se ganaron el pan de la eternidad, acaso la zamba del Romero
“Fui a la casa de Castilla y mi amigo me sacó para hacerme conocer el romero. Y ya que habíamos salido, seguimos y volvimos como a las cinco de la mañana. Era la primera vez que iba a Salta, y me encontré con semejante desbarajuste que hacían ahí. Cuando volvimos a lo de Manuel salió la zamba, sin ningún problema. El hizo la letra y yo le puse música en el acto. Y así la hicimos, en media hora”
“Un día, Castilla me llevó a la casa de un tal Riera, el de la zamba "Juan Panadero". Allí, me hizo la letra de la "Vidala del Lapacho” - Recuerda Rolando Valladares, criatura de vidalas y valles
Valladares y Castilla, pobladores de bagualas, seres míticos del canto de los nadies, de aquellas ofrendas que los pobres le hacen al río, como demostrando que son algo más que silencio, que son baguala, que son canción que crece a orillas de la vida
ROLANDO “CHIVO” VALLADARES logró que su obra se transformará en el sabor del canto de grandes artistas populares. Chango Farías Gómez, se conmueve ante la manera con que el “Chivo Valladares” retrata en melodías, la tragedia de Telésfora Castillo, La Telesita
Jairo, artista que domina los diversos idiomas del canto, se dejó seducir por el SUBO...SUBO de Valladares, y trató de comprobar, con belleza, que cantando no se apuna el dolor
Jorge Cafrune aprendió a mirar a través de los ojos de Salta, entonando una zamba de Rolando Valladares
Mercedes Sosa se cobija bajo el sauce solo, aquel que inmortalizara en melodías el “Chivo” Valladares, aquel artista nos enseñó a encender los recuerdos cada vez que se contempla el río
FRAGMENTO DEL GUION EMITIDO AL AIRE
EDICIÓN ARTÍSTICA: CELSO MIÑO
TEXTO Y GUIÓN: PEDRO PATZER
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: MARCELO SIMÓN
TEXTO Y GUIÓN: PEDRO PATZER
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: MARCELO SIMÓN
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